No, no se asusten ustedes vosotras vosotros. No voy de prisioneras prisioneros corrientes y molientes, porque para qué hablar tanto de algo que estamos viviendo tanto. No, dejo eso para los parlanchines oficiales. Éstos y éstas son los profesionales que cobran por su oficio. Cada cual es cada cual y en este mundo, como decía el que decía, hay gente pa’tó. Porque a mí me produce más urticaria de la que me da la primavera este yo y yo que habla, habla y habla de su yo y yo, con la absoluta convicción de que arregla el mundo y recicla todos los problemas de hambre, injusticias, poderes fácticos y tanta verborrea para alimentar a sus acólitos irredentos. Porque yo y yo está al cabo de la calle de cómo son los entresijos del poder del mundo mundial pergeñados en despachos secretos. Él recibe comunicación directa de esos dioses que ataca. No. Hoy seré ligero en mi deambular melancólico. Hablo de «que por mayo era, por mayo», las palabras inmortales --¡eso sí que son palabras!--, de ese romance inmortal --¡eso sí que es poesía, por fin!--, anónimo --¡eso sí que es un autor!--, del prisionero que vive solo en su prisión --eso sí que es un prisionero--, que ni sabe cuándo es de día ni cuándo las noches son, sino por una avecica que le cantaba al albor --eso sí que es un pájaro--. Pero… --¡siempre esta fruta cuando creemos que el parlanchín va a dejarnos descansar de su montaje de trilero de los gestos, la medio sonrisa, el inciso para crear expectación!--; pero… este prisionero es sólo un pobre hombre solo (¿ya no se acentúa ‘sólo’ cuando significa ‘solamente’? Nuestra Real Academia en manos de más trileros)… Decía que nuestro prisionero es sólo un pobre hombre solo. Su vida se ha ido amojamando en ilusiones, esperanzas, tiempo, hasta poseer sólo una pequeña ventana, una ventana pequeña, sólo con su reja y su aire, cuya luz sólo produce penumbra en la oscuridad, que es lo que sólo le han dejado para seguir viviendo solo. Pero un alba no vuelve a escuchar su avecica. Alguien se la mató, un ballestero, un embaucador de palabras, un trilero, que toda su vida juega a vivir del sistema y a presentarse como anti sistema y solucionador de todos los problemas del sistema, porque él posee las llaves del mundo feliz. Y así la gente que lo sigue, lo eleva y lo endiosa.

* Escritor