Por suerte para nosotros la longevidad de los jubilados y pensionistas va aumentando. Al mismo tiempo por desgracia la dependencia nuestra de otras personas lo va haciendo igualmente. Es por lo que cada día necesitamos que por lo menos la vivienda esté adaptada para llevar una vida más independiente con un envejecimiento activo.

Todo esto viene a colación dado que en los presupuestos de la Junta de Andalucía y con participación de Fondos Europeos, los destinados a necesidades vitales de los mayores, como ascensores en las viviendas, instalaciones de rampas de entrada a ellas o cambio de bañeras por plato de ducha..., por citar algunas, son ínfimos. La cantidad prevista como ayuda del programa de Adecuación Funcional Básica del 2018, para eliminar las barreras en viviendas de personas mayores o con alguna discapacidad es de 3 millones y el destinado para instalación de ascensores en edificios de 7,1 millones, cuando es «obligatorio» instalar rampas o ascensores en viviendas habitadas por mayores de 70 años y en Córdoba según el INE cerca de 89.000 pisos carecen de él, siendo obligación de la Junta de concederles subvención.

Nosotros preguntamos: ¿con esa miseria de presupuesto para toda Andalucía qué se puede hacer? ¿De qué se vanagloria el Gobierno, si de los miles de millones totales en gastos, para los más necesitados solo destinan una miseria? Es ignominioso y de vergüenza que las nóminas de los cargos políticos, asesores, administración etc. sean infinitas, comparadas con lo que han destinado al Estado del Bienestar tan necesario para nosotros