Que la historia de nuestro Córdoba, CF, está forjada a base de sangre, sudor y lágrimas, nadie podrá discutirlo, ya que todos los que amamos a este club hemos padecido todo ello y más, no hay nada más que comprobar su peregrinar por todas las categorías de nuestro fútbol nacional, padeciendo toda clase de sinsabores contrarrestados con muy pocas alegrías.

Hemos tenido toda clase de presidentes, buenos, malos y regulares, pero a ninguno se le podrá reprochar su pasión, cariño y buena voluntad por conseguir lo mejor para el equipo y por consiguiente para la ciudad. Sin embargo, con la llegada al fútbol de las sociedades anónimas deportivas, han surgido unas personas que ni entienden de fútbol ni les liga nada con los equipos que representan a las ciudades, llegando hasta su desaparición por su mala gestión.

El lunes pasado vi en una televisión local la entrevista que le hicieron al presidente del Córdoba, hijo del propietario del equipo. Igualmente en la prensa leí el mismo comentario, en el cual venía a decir que los aficionados al Córdoba «somos clientes y no podemos exigir lo que no pagamos». La verdad, no daba crédito a lo que oía y leía, ahora resulta que los abonados y aficionados en general somos clientes y no tenemos derecho nada más que a ver al equipo y callar.

Entiendo que los citados comentarios serán debidos a su corta edad, poco conocimiento del fútbol y de lo que representa para todos los aficionados nuestro Córdoba. Usted me viene a decir ahora que toda la «pasión infinita» (copiado de su slogan) que he sentido toda mi vida viendo a nuestro Córdoba, en mi caso personal, cuando siendo un niño me llevaba mi padre al Arcángel o por la ribera al San Eulogio, esas tardes de sol agobiante, de lluvia y frío, la emociones vividas del primer ascenso a segunda en 1956, el posterior a primera división de 1962, las tristezas acumuladas los domingos que se perdía, los desplazamientos por esas carreteras de toda España cuando he seguido al equipo, etc..., no me han servido de nada, ya que soy solamente para usted un cliente suyo.

Ante la indignación y rabia que siento por sus manifestaciones, solo les pido por el bien de nuestro Córdoba, CF, que vendan y se vayan lo más pronto posible, ya que Vd. no merece ser presidente de nuestro Córdoba.

<b>J. Blanco Luna. Abonado del Córdoba CF.</b>

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