Los aceites cordobeses han vuelto a lucirse en la feria Expoliva, que se celebra cada dos años en Jaén y es la más importante de un sector en el que Andalucía representa la mayor producción mundial. Dos firmas figuran entre los mejores aceites de la campaña: Molino del Genil, de la familia Martínez Sagrera, en la categoría de frutados ligeros, y la cooperativa Almazaras de la Subbética en la de producción ecológica. Junto a estos premios, y también en el marco del certamen, la Asociación de Municipios del Olivo (AEMO), entregó los suyos, con el galardón al mejor maestro de molino ex aequo para los hermanos Bellido de Montilla y Rafael Montes, de la Cooperativa Guadalupe. Es el momento de alegría por el prestigio de un sector que cuida la calidad, como lo demuestran los muchos premios que vienen obteniendo los aceites cordobeses. Pero, como se está viendo en los debates de Expoliva, es mucho lo que queda por hacer para que la agroindustria oleícola tenga la estabilidad y el reconocimiento que necesita y se merece. Buscar un sistema regulador de precios, más concentración empresarial, extremar la calidad y el envasado del producto frente a la venta a granel siguen siendo retos que no se acometen pese a la incertidumbre por las ayudas de la PAC.