Mis felicitaciones a todas las personas y asociaciones que han hecho posible el Premio DE Periodismo Social Alberto Almansa». Si señor. Muy bien. Muy merecido. Porque Alberto fue todo un ejemplo de entrega al periodismo veraz y de investigación. Fue único dándole voz a presos, afectados por las cláusulas suelo, desahuciados, marginados, y a toda víctima en general. Predicó incansablemente en el desierto cordobés, advirtiendo de las nefastas consecuencias que tendría la quiebra de la Cajasur de la Iglesia Católica, mucho antes que ésta se produjera. Alberto tenía un corazón-alma tan grande, que se cargó su corazón físico. Honor y gloria para él. Hasta pronto, amigo.