Hasta ahora sólo se han publicado algunas reseñas desde su aprobación y existencia.

Pero creo que es interesante, para algunas personas e instituciones, conocer su prehistoria.

Un día, hace muchos años, vinieron a visitarme, en mi oficina de la parroquia de Santiago, de Córdoba, Pepe Aumente, rodeado de su hermano Manolo, de Joaquín Martínez Bjorkman y de Aristóteles.Querían fundar un Círculo Cultural que recogiese las inquietudes, de todo tipo, que empezaban a moverse en Córdoba. Y para ello buscaban el apoyo de la organización de la HOAC. Dicho club sería una obra auxiliar o filial de la Hermandad Obrera.Yo era entonces consiliario diocesano de tal movimiento. Desde un principio me pareció excelente la idea, pero no que estuviese unido a la HOAC. Consulté con la comisión diocesana de la misma y por unanimidad adoptamos la postura de que fuese una obra totalmente independiente. Así también nos pareció que opinaba la Comisión Nacional con quien consultamos.En la próxima reunión, con el grupo ya indicado, y en la misma oficina y con la presencia de Juan Calvo y Diego Delgado, presidente y responsable de formación, respectivamente, de la Comisión Diocesana de la HOAC, de Antonio Sánchez Ruz de la HOAC parroquial, de José Valdés y, más tarde, de Juan Moreno Gutiérrez y Manolo de la Rubia planteamos la independencia de tal club.Continuaron nuestras reflexiones. ¿Cómo se llamaría ese Círculo? Y a Pepe Aumente se le ocurrió el nombre de Juan XXIII, una de cuyas encíclicas había producido un gran impacto. Por unanimidad fue aceptado.A partir de este paso, en otras reuniones, en el mismo sitio, semanalmente, seguimos dialogando. Tuvimos una reunión en el piso de

Juan Calvo Diego Delgado, Antonio Sánchez Ruz José Valdés Juan Moreno Gutiérrez Manolo de la Rubia

Balbino Povedano.