La actual sociedad de consumo nos sitúa a los consumidores y usuarios en una posición de desigualdad respecto de las grandes empresas con las que, a diario, tenemos relaciones comerciales. Teléfono, internet, electricidad, compras a través de internet, agua... No creo que nadie pueda presumir de no haber tenido un problema con alguna factura más elevada o trabajo mal prestado en relación con estos servicios. Cuando esto ocurre, no queda otra que entrar en el insufrible bucle del servicio de atención al cliente con el que cuentan la mayoría de las empresas.

Como forma de atenuar esta realidad y evitar que, ante cualquier problema, el consumidor tenga que acudir a los tribunales, nació el arbitraje de consumo.

Desconocido por muchos, el arbitraje de consumo es una vía administrativa de resolución de conflictos entre consumidores y usuarios y empresas gratuita, rápida y cuya resolución es de obligado cumplimiento para las partes. Si bien es cierto que el arbitraje de consumo es voluntario, cada vez son más las empresas que se encuentran adheridas al mismo, habiéndose convertido en un distintivo de seguridad y confianza para los consumidores. Por ello, las administraciones realizan continuas campañas dirigidas a obtener la adhesión de las empresas privadas al sistema arbitral de consumo pero, ¿y qué pasa con las empresas públicas municipales como Vimcorsa o el Gran Teatro? ¿Por qué no están adheridas?

Esta es una histórica reivindicación de las asociaciones de consumidores. Es cierto que, dependiendo del sector de actividad al que se dediquen, se puede comprender que la adhesión sea limitada, pero consideramos que la no adhesión es del todo ilógica.

Sea cuál sea el motivo por el que la Administración no facilita la defensa de los consumidores mediante la mencionada adhesión, está claro que la mejor campaña es, siempre, predicar con el ejemplo. La nueva corporación local, sea cual sea, tiene una muy buena oportunidad para romper una lanza a favor de los consumidores y usuarios, adhiriendo a todas las empresas públicas al sistema arbitral de consumo.

* Abogada