Tras la Xª legislatura y eligiendo la abstención o en todo caso entre lo malo y lo peor decantó su opción el defraudado votante, como hizo la derecha social, a tenor de los incumplimientos del programa electoral con el que el PP había alcanzado la mayoría absoluta del arco parlamentario. Algo que consecuentemente ya preveía esa desacreditada formación política, perturbada por sonoros casos de corrupción, para los que argüía, con todos los medios posibles, más por activa que por pasiva, una vez y otra, que tales asuntos solamente afectaban individualmente a los investigados o imputados por la Justicia, y no al partido.

Mientras tanto se había promocionado y extendido, con la eficaz colaboración amiga de ciertas cadenas de TV, radio y prensa, la crecida urdimbre de la izquierda radical, amanecida en el previo y pasado acampamiento y manifestaciones de la Puerta del Sol madrileña, neo leninista, demagógica, populista y hasta bolivariana, la cual, apoyándose en el hartazón de los desfavorecidos por la crisis económica así como en su resentimiento, proponía, aun sin definirse, soluciones fáciles, por todos comprensibles, para problemas complejos, ocultando ladinamente que lo suyo era llanamente la conquista del poder y su asentamiento en las instituciones del Estado, a los efectos de su asamblearia, libresca y vieja revolución.

Esta irrupción había cogido a la organización socialdemócrata con las defensas bajas tras los propios avatares electorales, no precisamente halagüeños, ofreciendo finalmente, tras su pasada derrota, un liderazgo licuado, poco coherente y en cierto modo deprimido y desnortado, que casi desde el primer momento dejó de entenderse con las baronías del partido, sin ofrecer en todo el ámbito nacional un discurso, único, sólido y bien estructurado, enraizado en las doctrinas socialdemócratas, alejado de la contaminación del movimiento neo leninista, populista y demagógico, con el que poder desmontar tanto las falaces proclamas de la derecha, que emulaba su doctrina, como los llamamientos al arrebato de los demagogos populistas.

* Doctor ingeniero agrónomo

Licenciado en Derecho