He leído en un artículo cómo perjudica a los niños la contaminación atmosférica a la que están expuestos durante el trayecto de camino a la escuela. Según decía, la exposición a las partículas de carbono negro durante estos trayectos les ocasiona reducción de la memoria, pudiendo también producir fuertes impactos en su salud debido a su menor capacidad pulmonar. Y yo me he preguntado ¿y la contaminación acústica? Cuánto les debe afectar en el presente y en el futuro. Estos niños, una vez en el colegio tienen que jugar en unos patios, la mayoría de ellos sin un triste árbol y con el suelo totalmente asfaltado... O lo que es peor, he observado en varias guarderías que los bebés juegan y gatean sobre un suelo de césped artificial ¡de plástico!, derivado del petróleo... ¿a dónde vamos a parar?.