Una historia «amable» sobre el racismo parece tarea imposible, pero así ha resultado ser Green Book, el trabajo de este director sobre la relación entre un chófer blanco y racista y su jefe, un músico de raza negra, que se ha llevado el Oscar a mejor película. A sus 62 años y con una larga serie de comedias (Dos tontos muy tontos, por ejemplo) a sus espaldas, consiguió la preciada estatuilla .