Pues aquí tienen otra vez mi voz ustedes, o vosotros y vosotras, que yo ya no sé qué palabra, qué palabro osar usar, para qué sirve, qué consigue, a dónde llega, cómo bailan sus significados o significadas, qué me quieren decir, y si alucinar o alunizar, por qué no sé qué hacer con la realidad de la realidad, en qué realidad real vivo en realidad, o en qué mentira, en qué espejismo, en qué mendacidad, hipocresía, estupidez, vacío, miedo a caer en medio y que me den por todos lados lodos; en qué teatro interminable, en qué cara tramoya de mil caras, en qué poesía que poseía cuando creía que sabía la sabia palabra pronunciada para algo. Y por no saber, ni sé ya si en esta Córdoba inventada en cada oráculo es por la mañana invierno y por la tarde la canícula, ni en qué calle o en qué plaza o en qué barrio estoy o estuve o estaré, porque me anulan la memoria con tanto cambio de nombre y tanto cambio de memoria en la histérica memoria histórica; sin saber qué es o fue o será esto de los pactos o los pastos o los platos postelectorales, y a meter la cuchara y la cucaracha según cada cual pueda; sin saber si son los diputados que elegí o colegí o disputados o imputados, o si alguna vez terminaré la pesadilla de esos nacionalistas y nacionalistos, o estas elecciones o anexiones o las otras y las ostras, porque no supe ni sé ni sabré el sobre que de sobra a la sombra me llamaron o me llaman a votar, el qué votar o vetar, a quién, o dónde está mi voto, mi veto, mi vate, o mi vito con el vito vito vito con el vito vito va de partidos o quebrados o partidas, o repartidos bipartitos, tripartitos, estas composiciones y componendas en Compostela, tomas de posesión y posición en esta continua violencia o vivencia de Vitoria o de Valencia, y siempre acabar en la misma realidad, este vértigo, esta nada para nada, porque no me dejan ni volverme loco loca, sordo sorda, y los palabros son voces coces, roces, toses, y las palabras son cada una una verdad a medias en los medios de comunicación de masas en mesas de debate, para que entre todas formen una mentira, la mentira, la farsa falsa, hueca, huera, en Huesca, en Huelva, en Ceuta. ¡Esta pesada pesadilla de vivir para ni vivir sin estar vivo y otro vivo y vivo sin vivir en mí, en otro, en otra, en nada, en nadie!

* Escritor