LLa cifra puede llegar a sorprender. El Ayuntamiento de Córdoba estima que en la ciudad hay un perro por cada 4 habitantes. La proporción sale de los más de 80.000 canes contabilizados a final del 2016. El censo no hace más que ratificar una simple inspección visual en cualquier calle de la ciudad. Los perros están de moda en Córdoba y resulta inevitable que, por lo tanto, reaparezca el tradicional debate sobre el uso del espacio público entre los derechos de los propietarios de mascotas y los de quienes no lo son. Córdoba ha estrenado esta semana en el Parque Cruz Conde el primer parque canino, tiene 2.000 metros cuadrados y ha supuesto una inversión de 13.000 euros. El Ayuntamiento busca nuevos espacios y espera habilitar más entre este año y el que viene. Sobre la mesa hay un proyecto estancado del anterior gobierno municipal en el Parque del Canal. El objetivo es habilitar áreas de ocio para garantizar la seguridad y la convivencia. Son los parámetros que deben marcar la cuestión, al igual que el civismo. Tener mascota es un derecho que supone una responsabilidad para sus amos, y más si se trata de razas potencialmente peligrosas, que se han duplicado en los últimos cuatro años. El chip y el registro municipal también son ineludibles. Y se hace casi innecesario recordar la obligación de que los dueños se encarguen de que las calles de la ciudad no se conviertan en una gincana para los ciudadanos esquivando deposiciones.