A menudo los insultos dejan de tener sentido si los utilizamos de forma literal o si pensamos seriamente lo que estamos diciendo o lo que nos están diciendo cuando intentan atacarnos.

Gordo de mierda sería un clásico entre los clásicos de los insultos sin argumentos. Luego está el maricón de toda la vida. Se sigue usando, aunque parezca mentira. Como si la sexualidad de las personas nos hiciera más o menos malas personas. También tenemos uno de muy femenino que a mí me pone de los nervios. El tan usado hijo de puta. Este tiene mucha miga. No solamente se utiliza la profesión más antigua del mundo, una profesión muy digna todo sea dicho de paso, para faltar a alguien, sino que se la utiliza a la madre del insultado para atacarlo. Nunca oiremos el insulto hijo de cabrón o hijo de gilipollas. No. La mala es la madre y si se dedica a la prostitución todavía es más mala. Y si tú eres su hija, eres malísima también. Un despropósito. Insultos sin ningún tipo de sentido que se usan sin ton ni son.

Pero creo que estaremos todos bastante de acuerdo en que el peor insulto del mundo es el de nazi. Una calificación que está empezando a perder el sentido teniendo en cuenta la frivolidad con la que se utiliza en todas las ramas políticas. Ya seas de izquierdas o de derechas siempre hay un momento para llamar nazi a alguien. 70 años después de la liberación de los campos. Les invito a todos a releer los libros de historia, a ver documentales o películas. Lo que quieran. Pero no lo hagan más. Aquello fue demasiado gordo como para frivolizarlo de esta forma. Cálmense y vuelvan a utilizar las palabras tontolaba, merluzo, gilipuertas, lerdo, besugo, melón o caraculo.

Dejen a las madres en paz y llamen a las cosas por su nombre. Si un político hace alguna cosa que no es de su agrado, argumenten en su contra. Expliquen al pueblo que es lo que hace mal y por qué no le tenemos que votar, pero no le llamen nazi. Llamarle nazi demuestra una falta de respeto y de cultura que le deja a usted en muy mal lugar. Merluzo.

* Periodista