El El 1 de julio Alemania asumió la Presidencia rotatoria de la UE y la canciller Ángela Merkel subió al podio de Europa en unos momentos extremadamente difíciles. Lo que hasta ahora era algo rutinario, se ha convertido a causa del covid-19 en un hecho de mucha responsabilidad. Europa, configurada por una serie de países que buscan solución a sus problemas, trata de consensuar disparidades. Pedro Sánchez quiere atraerse a Ángela Merkel con sus mejor look democrático diseñado en la factoría de la Moncloa que dirige Ivan Redondo. ¿Y Pablo Iglesias qué piensa sobre la señora Merkel? Rebobinemos los archivos de la hemeroteca y vayamos al libro El arenque de Bismark publicado en 2015 por su autor, Jean-Luc Mélenchon, representante de la extrema izquierda francesa exmilitante del PSA (Partido Socialista Francés). Jean-Luc muestra su animadversión a la austeridad preconizada por Ángela Merkel cuando el primer Gobierno de Tsipras contribuía al hundimiento económico de Grecia. Echemos una mirada al prologo firmado por Pablo Iglesias: «Era necesario que un socialista denunciase que el Gobierno alemán ha intentado derrocar al Gobierno griego de Syriza y a su presidente». Pero Pablo va más lejos: «Uno de los principales problemas de Europa es la ausencia democrática de Alemania». Quizá el subconsciente le recordó la RDA, la Alemania verdaderamente «democrática», tan alabada cuando el Muro tapaba la realidad. La verdad es que Pablo y Jean-Luc se compenetran. El francés tiene al venezolano Chávez como «fuente de inspiración» y dice de Guaidó «que es un dirigente ilegítimo».

* Periodista