Si la jugada electoral le sale bien al aún presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, va a hacer Historia. Y lo digo sin entrar en cuestiones políticas, sino solo su libro, que estoy deseando leer: Manual de Resistencia. Oigan, solo en derechos de autor se va a llevar una pasta con la publicidad que le estamos haciendo entre todos, hasta tal punto que, si se permite la broma, ya no sé si lo de la intervención por el Estado de la Sociedad General de Autores tiene algo que ver con el dineral que le puede llegar.

Pero a lo que voy: Pedro Sánchez puede que llegue a pasar a la Historia (con mayúscula) por ser el primero en Occidente en ser recordado no por llevar al país a increíbles cotas de grandezas, que en principio no hay muchas posibilidades, sino por resistir.

Y es que Ramsés II El Grande tuvo a sus escribas y canteros para cambiar la historia y aparecer como ganador de la batalla de Kadesh frente a los hititas, cuando en realidad estuvo a punto de ser arrollado por los carros enemigos. Alejandro fue Magno porque, además de lo que conquistó, se llevó a su expedición a un jefe de prensa como era Calistenes de Olinto (sobrino de Aristóteles) y otros poetas, que Gengish Khan conquistó muchísimo más territorio y países que el macedonio y se le recuerda mucho menos. Y otro tanto puede decirse de grandes personajes de la Historia que a la vez de hacer política se rodearon de buenos comentaristas, con un Julio César que hablaba de él en tercera persona en la Guerra de las Galias (lo mismo ni se molestó en cambiar el texto de quien escribió auténticamente la obra), el emperador Adriano, Napoleón. Hitler lo primero que hizo fue instituir un Ministerio de Propaganda mientras que Churchill se valía por sí mismo, que a fin de cuentas ganó todo un premio Nobel de Literatura en 1953.

O sea, que no basta con ser Grande. Hay que contarlo también.

Pero en todo caso, ninguno se limitaba a resistir. Eran más ambiciosos al respecto. Por eso en principio lo de Pedro Sánchez no cuadra ¿Cuántos resistentes han pasado a la posteridad? Pues no se recuerda a muchos. Primero, porque la historia la escriben los ganadores y, segundo, porque lo de resistir, aunque sea más romántico, tiene mucho menos glamour que lo de triunfar. ¡Dónde va a aparar!

Ahora bien, si Sánchez consigue terminar de perfilar un relato para las próximas elecciones generales... ¡Ay amigo! Primero, haciendo una llamada al voto porque vienen las hordas de la derecha y, segundo, presentándose ante la izquierda como el que no ha cedido a las pretensiones independentistas. Son argumentos, claro está, que no se aceptan en Ciudadanos, PP y Vox, pero tampoco creo que Sánchez espere ningún voto de esta parte del electorado.

O sea, que si después de todo sale de presidente de nuevo, lo mismo va a conseguir tener un hueco en la posteridad no por ganar aplastantemente, sino por evitar ser arrollado del todo y al final volver a salir triunfante. Que ahora que lo pienso tampoco sería un logro pobre.