El lobista norteamericano, que fue jefe de campaña de Donald Trump, es el primer imputado que se sienta en el banquillo por la investigación que dirige el fiscal especial Robert Mueller para determinar si hubo colusión entre la campaña electoral de Trump y el Kremlin mientras Moscú interfería en las presidenciales. Es clave saber si el ‘Rusiagate’ se hizo en connivencia.