El consejero de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, Felipe López, afirmó ayer que «será cuestión de pocos meses» que los cordobeses puedan disfrutar del tren de cercanías, entendido como conexión entre Alcolea y Villarrubia, pasando, claro está, por Córdoba. La Junta está dispuesta a asumir hasta el 40% del déficit que generaría este servicio, estimado en torno a un millón de euros anuales, si bien aún no está terminado el estudio de demanda que encargó para conocer las necesidades reales de transporte público entre los puntos citados. Tampoco la alcaldesa concretó fechas, pues la negociación con Renfe sigue abierta, y sin el acuerdo no es posible la puesta en marcha. El cercanías iniciaría sus pasos sin el apeadero previsto en el Parque Joyero --con vistas a facilitar el acceso al el futuro Centro de Convenciones-- y con el objetivo futuro de ampliar su radio a la provincia, creando un eje que uniera Palma del Río y Villa del Río. Sobre el papel, y sobre el deseo de las poblaciones afectadas, el cercanías supone un proyecto de comunicación que mejoraría la relación de la capital cordobesa con los núcleos de población cercanos, pero, aunque se dé por sentado que origirará algún déficit que se interpreta como coste inevitable del servicio público, el proyecto ha superado ya los tiempos razonables para que una necesidad pública convertida en compromiso político tuviera ya, al menos, fecha, firma y plazos de ejecución.