La propaganda norcoreana ensalzó ayer la figura de Kim Jong-un al publicar unas fotos de marcado tono épico en las que el presidente aparece subiendo a caballo las faldas del monte Paektu, un lugar considerado sagrado en el ideario del régimen. En el texto se añade que el paseo ecuestre de Kim «es un evento de peso en la historia de la revolución» y que, durante su ascensión, el mariscal «recordó con profunda emoción el camino de ardua lucha recorrido en pos de construir un poderoso país». Al parecer, estos solitarios paseos preceden al anuncio de grandes decisiones, como ya ocurrió cuando resolvió dar un giro a las relaciones con Corea del Sur y EEUU y poner fin al luto por su padre. ¿Qué sorpresa nos tendrá reservada ahora Kim?