El excelentísimo Ayuntamiento de Córdoba dice, según el Diario CÓRDOBA, que tiene un superávit de 17 millones de euros. Esta noticia sería genial si no fuese porque amplias zonas de la ciudad se encuentran en un estado de abandono absoluto. En concreto me gustaría referirme a dos zonas: el parque de Miraflores y la parte de atrás del Alcázar de los Reyes Cristianos. En cuanto a Miraflores, nos encontramos una manada de gatos de dudosa salubridad y exponencial procreación, elementos de iluminación arrancados, supuestamente por europeos del este, aunque esto sea políticamente incorrecto, olores nauseabundos, y grandes trozos de granito arrancados, por no hablar de los grafitis. En la zona de la Albolafia, ídem de lo mismo. El Molino está dejado de la mano de Dios, a pesar de ser parte iconográfica de nuestro escudo. Alguien se dedica a echar bolsas de plástico con carne a los gatos convirtiendo la noria en un estercolero en el cual he llegado a contar hasta 17 felinos. Si bajas hacia la Albolafia, la falta de papeleras, la basura acumulada, las litronas, las enormes ramas de árboles caídas en mitad del camino, la invasión de los árboles sin podar sobre dicho camino, etcétera, hacen que esta zona, donde aparcan cientos de autocares a lo largo del año, sea una pésima imagen de nuestra ciudad. Aparte de esto podría hablar de fuentes para beber cuyo chorro es mínimo y el agua ardiente imbebible, de las manchas de grasa en el cauce del río, etcétera. Un diputado por Córdoba nos dice en sus redes sociales que está orgulloso de su ciudad y su región . Yo también lo estoy, pero hijo mío, moveos un poco porque esto es vergonzoso. Tener superávit y la ciudad abandonada es como el que tiene tos y se rasca los... Viva Córdoba.