Estimada señora alcaldesa de Córdoba, me presentaré: soy un parado de larguísima duración (27/10/14) sin ningún ingreso, con 53 años, viviendo con mi madre y trabajador de la construcción. Tenía muchas esperanzas en las solicitudes de Sadeco, pero no he tenido suerte. Mi madre no llega al tope de ingresos, estipulado por Sadeco en 699,19€ al mes: mi madre percibe 637€ por viudedad. Tendré que vivir debajo de un puente, pues las condiciones expuestas anteriormente no son válidas, aunque en mi humilde opinión, cumplo con todos los requisitos. Me gustaría que alguien me explicara cómo han realizado la selección, porque en las listas provisionales sí estaba admitido, pero en las definitivas no. Por no tener, no tengo nada de las nuevas tecnologías, ni móvil táctil, ni ordenador, ni nada que se le parezca. Esta carta me la están enviando, porque yo la escribo con bolígrafo, en un papel, eso sí, tengo la suficiente dignidad como para comentar, a través de esta carta, que me dan ustedes hasta pena por lo que está haciendo con esta grandísima ciudad, y lo más grave, votando toda mi vida al PSOE. Que le da igual lo sé, pero como ni la oposición ni sindicatos hacen un pequeño esfuerzo por recobrar lo que fue esta bendita tierra, pues yo, me desahogo en estas humildes letras. En una ciudad de las primeras en paro, no hay nadie que alce la voz para decir que se está pagando una miseria a los trabajadores, otro tanto de economía sumergida, etc, etc... Un país no puede seguir así, subvenciones para casi todo, ayudas para casi todo. Dios quiera que me equivoque, pero pasará como las cuerdas de una guitarra, que de tanto tocarlas, al final saltan. Su jefa, Susana Díaz, tiene que estar muy contenta con usted, aunque ella, la del «que no, que no», que no iba a abandonar Andalucía, le faltó tiempo para presentarse a la secretaría del PSOE. Los andaluces no olvidamos, y yo me seguiré desahogando. Un saludo, alcaldesa, mucha suerte para el 2018, le va a hacer falta.