Allí, frente a mí, una residencia de la tercera edad. De repente, balcones y ventanas se tornaron vida. Era como si personajes míticos afloraran reencarnados en brazos, manos y almas que se agitaban entre barrotes de rejas, y se estiraban casi al compás, desmenuzando migas de pan que provocaban remolinos de arrullos y soliviantos de alas. Con frecuencia, los mayores de hoy en un alarde absoluto de independencia, solemos referirnos a las residencias en estos términos: «cuando me llegue la hora, no quiero ser una carga para mis hijos... Una buena residencia y punto». Hace unos días visité a un amigo residente. No hacía mucho que nos habíamos visto, pero... ¡dónde va de lo que es a lo que era! Yo diría que, en picado, ha cogido la cuesta abajo. Me decía, con ojos perdidos en horizontes remotos: «¡Estoy muy solo, Isabel! No encuentro con quién hablar de libros, de poesía... ¡Si pudiera volver a mi casa, a mi barrio, con mis nietos! Nunca debí dejar mi casa...». Y el enrojecimiento de sus ojos evidenciaba un torrente de lágrimas contenidas. Pienso que, a veces, cuando nos manifestamos en el sentido de no molestar a los hijos, lo que hacemos es un acto de total «soberbia», ya que, inconscientemente, estamos rechazando el no ser los primeros, el que nos puedan recriminar algo... Es decir, que no estamos dispuestos a soportar el que nuestras limitaciones puedan provocarles algunos malos humores, pero ¿acaso no los tuvimos con ellos, cuando eran niños...? ¿Acaso no nos impacientaban y molestaban sus constantes atenciones y requerimientos? Un mayor siempre, diga lo que diga, quiere, ante todo, vivir en su ambiente, en su barrio, con los suyos. Trasplantarlos a otra «maceta», en contra de su voluntad es condenarlos a vivir amargados y tristes . Mi punto de vista dicta mucho del miedo a, llegado ese momento en el que uno precisa día y noche de los demás, optar por no agobiar a los hijos que es mucho lo que tienen con trabajo, casa e hijos. Que no se olviden de los padres y traten de que se sientan bien con migajas de pan y palomas.

* Maestra y escritora