Hoy,1 de agosto del 2018, si la Autoridad competente no cambia de criterio y el tiempo lo permite, se celebrará en Barcelona (ojo,en Barcelona) la primera reunión de la Comisión Bilateral (segundo ojo, bilateral, o sea de tú a tú, de Estado a Estado) que acordaron el president de la Generalitat, Quim Torra, y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, hace unos días en la Moncloa. Asisten, por parte del Gobierno catalán Ernest Maragall, conseller de Acción Exterior (tercer ojo, ministro de Asuntos Exteriores y no de Interior, para que quede claro que la reunión no es entre Gobierno de España y Gobierno de la Comunidad Autónoma de Cataluña, sino de dos Estados diferentes y soberanos) y por parte del Gobierno de España la Ministra de Política Territorial, Meritxell Batet. En el despacho, presidiendo la bandera de la República catalana y un enorme lazo amarillo que cuelga de la pared (cuarto ojo, no hay bandera de España ni foto oficial del Rey).

Naturalmente por ser la primera vez que se reúne la Comisión Bilateral previamente ha habido que negociar el Orden del día (quinto ojo, negociar no acordar tras un diálogo amistoso), ya que el Gobierno catalán pretendía que solo figurasen dos temas: la libertad de los presos políticos (sexto ojo, así, presos políticos y no políticos presos) y el Referéndum de Autodeterminación, a lo que se oponía el Gobierno de Madrid. Al final ambas partes aceptaron un orden del día con 12 puntos, entre los que van los dos exigidos por el Sr.Maragall, aunque disfrazados. O sea,en lugar de "Referéndum de Autodeterminación" algo más difuso: "Consideraciones de la Generalitat sobre la situación política en materia de derechos y libertades y en relación con las vías de participación democrática de los ciudadanos catalanes en las decisiones sobre su futuro político".

Pero la ministro Batet entrará tranquila a la reunión, porque en su carpeta negociadora lleva, por órdenes de Carmen Calvo, la vicepresidenta del Gobierno, y con instrucciones concretas para sacarlo y leerlo, si los catalanes lo exigen todo y se ponen en plan chantaje, el Discurso del Rey del 3 de octubre pasado. Discurso que por la Memoria Histórica saco del baúl de mis recuerdos y lo transcribo íntegro como recordatorio para el resto de los españoles:

"Estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática. Y en estas circunstancias, quiero dirigirme directamente a todos los españoles.

Todos hemos sido testigos de los hechos que se han ido produciendo en Cataluña, con la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada −ilegalmente−la independencia de Cataluña.

Desde hace ya tiempo, determinadas autoridades de Cataluña, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Constitución y su Estatuto de Autonomía, que es la Ley que reconoce, protege y ampara sus instituciones históricas y su autogobierno.

Con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado. Un Estado al que, precisamente, esas autoridades representan en Cataluña.

Han quebrantado los principios democráticos de todo Estado de Derecho y han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando ─desgraciadamente─ a dividirla. Hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada.

Esas autoridades han menospreciado los afectos y los sentimientos de solidaridad que han unido y unirán al conjunto de los españoles; y con su conducta irresponsable incluso pueden poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda España.

En definitiva, todo ello ha supuesto la culminación de un inaceptable intento de apropiación de las instituciones históricas de Cataluña. Esas autoridades, de una manera clara y rotunda, se han situado totalmente al margen del derecho y de la democracia. Han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir democráticamente su vida en común.

Por todo ello y ante esta situación de extrema gravedad, que requiere el firme compromiso de todos con los intereses generales, es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía.

Hoy quiero, además, transmitir varios mensajes a todos los españoles, particularmente a los catalanes.

A los ciudadanos de Cataluña -a todos− quiero reiterarles que desde hace décadas vivimos en un Estado democrático que ofrece las vías constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley. Porque, como todos sabemos, sin ese respeto no hay convivencia democrática posible en paz y libertad, ni en Cataluña, ni en el resto de España, ni en ningún lugar del mundo. En la España constitucional y democrática, saben bien que tienen un espacio de concordia y de encuentro con todos sus conciudadanos.

Sé muy bien que en Cataluña también hay mucha preocupación y gran inquietud con la conducta de las autoridades autonómicas. A quienes así lo sienten, les digo que no están solos, ni lo estarán; que tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles, y la garantía absoluta de nuestro Estado de Derecho en la defensa de su libertad y de sus derechos.

Y al conjunto de los españoles, que viven con desasosiego y tristeza estos acontecimientos, les transmito un mensaje de tranquilidad, de confianza y, también, de esperanza.

Son momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante. Porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos. Porque nuestros principios democráticos son fuertes, son sólidos. Y lo son porque están basados en el deseo de millones y millones de españoles de convivir en paz y en libertad. Así hemos ido construyendo la España de las últimas décadas. Y así debemos seguir ese camino, con serenidad y con determinación. En ese camino, en esa España mejor que todos deseamos, estará también Cataluña.

Termino ya estas palabras, dirigidas a todo el pueblo español, para subrayar una vez más el firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia, mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles, y mi compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España".

Palabra de Rey. Madrid, 3 de octubre del año 2017. Las firmo, las rubrico y las aplaudo.

* Por la transcripción Julio Merino. Periodista y miembro de la Real Academia de Córdoba