La tramitación de la moción de censura presentada por el PSOE se ha desarrollado de forma impecable conduciendo a la alternancia en la Presidencia de Gobierno. La democracia española ha funcionado y ha superado otra prueba de esfuerzo, y se enfrenta ahora a un escenario complejo, pero al mismo tiempo esperanzador. Expongo a continuación algunas reflexiones sobre el nuevo escenario político.

1. Es verdad que la mayoría que ha sustentado la moción de censura es una mayoría fragmentada y de conveniencia, a la que solo ha unido la determinación de «echar a Rajoy». Pero es inadmisible señalar, como han hecho algunos dirigentes del PP, que es una mayoría ilegítima (incluso han hablado de «golpe de estado»).

2. No es correcto hablar de «gobierno Frankenstein» (¿lo era el actual de Rajoy, apoyado por varios partidos como Cs, CC, FA, UPN e incluso el PNV?). Pedro Sánchez ha dicho que su gobierno será sólo socialista, y no un gobierno de coalición. Sería seguir el modelo de Portugal, donde el socialista Costa gobierna, con bastante éxito por cierto, con un gobierno del PSP apoyado en el Parlamento por varios partidos, pero sin que formen parte del gobierno. Es una fórmula que se está repitiendo con éxito en algunas comunidades autónomas y en no pocos ayuntamientos, donde la responsabilidad de gobierno la asume un partido sin mayoría, pero apoyado desde fuera por otros partidos.

3. Es verdad que el PSOE solo tiene 84 diputados, pero la mayoría que le apoya alcanza 180, lo que le servirá a Pedro Sánchez para gobernar con holgura el tiempo que considere hasta el final de la legislatura. Pensemos, además, que los presupuestos están ya aprobados y que el poder ejecutivo tiene un amplio margen legislativo en forma de decretos para gobernar, además de que no todos los acuerdos parlamentarios precisan de la mayoría absoluta.

4. El apoyo unánime del Comité Federal del PSOE a la moción de censura es de gran valor para la estabilidad del futuro gobierno de Pedro Sánchez. Nada que ver con la convulsa situación de hace dos años. Y ahora el apoyo de Podemos no despierta la animadversión de antes, quizá porque se han establecido puentes de cooperación y confianza tanto en el Parlamento como en los ayuntamientos y CC.AA. Respecto al apoyo nacionalista, tampoco se ve con el temor de antes, quizá porque, tras haber experimentado la fuerza del Estado en la aplicación del art. 155, se tiene más confianza en la capacidad del próximo gobierno en neutralizar las posibles amenazas que puedan reactivarse.

5. La crítica de que Pedro Sánchez será un presidente ilegítimo por no haber pasado por las urnas no se sostiene. En los sistemas parlamentarios, los ciudadanos no votamos a políticos concretos, sino a partidos, y las mayorías de gobierno se forman en los parlamentos gracias a acuerdos entre los grupos políticos. Es por eso que nuestra Constitución permite que pueda ser investido presidente de Gobierno una persona que no ostente la condición de diputado.

6. También es verdad que la mayoría del Senado seguirá en manos del PP, pero sabemos que la importancia de la cámara alta es bastante menor, y solo adquiere relevancia en los asuntos de reforma constitucional, asuntos que no está previsto abordar por el gobierno de Sánchez ni tampoco se lo exige ninguno de los grupos que le apoyan.

7. El apoyo a la investidura ha sido un apoyo sin condiciones, como lo han hecho saber con meridiana claridad el propio Pedro Sánchez y algunos miembros de la ejecutiva del PSOE. Los acuerdos ocultos que dicen los dirigentes del PP o de Cs son especulaciones que solo se sabrán cuando salgan a la luz si es que se han producido. Entonces será el momento de denunciarlos si atentan contra los intereses generales, pero no ahora. El PP llegó a recibir apoyos de partidos como el PdCat para lograr la presidencia del Congreso, y eso no le impidió mantener una posición de firmeza contra el secesionismo catalán.

8. Respecto a la implicación de los grupos nacionalistas en el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, puede hacerse una lectura positiva. La situación catalana ha entrado en un momento de relativa calma, tras la formación por Quim Torra de un gobierno sin fugados ni políticos en prisión, lo que augura la pronta retirada del art. 155 y la salida de la cárcel de los dirigentes catalanes. Y eso será un problema menos para el futuro gobierno de Sánchez, así como la oportunidad de que pueda abrirse un periodo de recuperación de la normalidad en las relaciones entre el gobierno del Estado y el de la Generalitat.

9. El PSOE tiene sobrada experiencia política, al haber ostentado en dos ocasiones la más alta responsabilidad de gobierno y presidir hoy varias CC.AA. Tiene también una alta reputación política a nivel internacional y algunos de sus dirigentes han ocupado altos cargos de responsabilidad en la UE. Luego, por ese lado no hay problema de insolvencia.

10. Necesitamos serenidad, calmar los ánimos después de varios meses de sobresaltos. Este año largo que queda de legislatura, en el que no se podrá hacer muchas cosas de gran calado, puede ser una oportunidad para la política de las pequeñas cosas, la que construye puentes y cierra heridas.

* Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA-CSIC)