El martes fueron seis diputaciones provinciales de Andalucía (entre ellas la de Córdoba), junto con la de Ciudad Real, las que expresaron una reivindicación que ya parece antigua. Y ayer hizo otro tanto el consejero de Fomento de la Junta de Andalucía, Felipe López. La reclamación, refrescada de cara a la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado, se resume en que la Administración invierta en el «eje central» del corredor Mediterráneo, ese enlace ferroviario que permitiría comunicar el puerto de Algeciras con la frontera francesa y resto de Europa no solo a través del «eje litoral» (Algeciras, Almería, Cartagena... hasta Barcelona y de ahí a distintos puntos europeos) sino con la conexión Algeciras-Bobadilla, un tramo de una inversión estimada en 1.300 millones de euros, y la posterior adaptación del ancho de vía para habilitar el recorrido por el centro de la península. Estos itinerarios, que reforzarían el intercambio y la actividad comercial de la Unión Europea con el norte de África a través del puerto algecireño, traerían también actividad económica y desarrollo a la Andalucía de interior y a Castilla-La Mancha. La UE estima que el transporte de mercancías entre estas áreas puede crecer hasta un 50% en una década, y Andalucía, por su posición geográfica, merece y necesita el apoyo inversor del Gobierno para mejorar su competitividad en materia logística.