Justamente hoy hace dos meses, de nuestra última carta al director, referente al monumento de Guerrita, y la cosa está peor. Y está peor porque los jaramagos que existen en el parterre, cada vez están más altos, creando una vista del lugar verdaderamente bochornosa, y por supuesto el monumento sin aparecer. Más de uno de aquellos que me animaron a escribir la anterior carta en el mes de mayo me preguntan ¿Qué es lo que ha pasado con tu carta para que todo siga igual? Eso quisiera saber yo, les contesto. Parece que algunos de los que tienen que ver con el asunto, o no pasan por allí o echan la cara para otro lado. Es lamentable que nosotros además de pasar por allí, y no echar la cabeza para otro lado tengamos que ver, en estado tan desastroso, lo que tanto añoramos que algún día estuviese arreglado.

Por supuesto supongo que habrá un problema, de cierto peso, para que se tarde tanto en volver a colocar el monumento en su sitio. Y por supuesto también habrá quien no quiera verlo allí. Creo, por oídas porque yo no lo he visto, que se encuentra en el Ayuntamiento. No sé cuál será el motivo de tenerlo tanto tiempo retenido en dicho lugar. No creo que sea por política u otras cosas parecidas. Porque Guerrita fue un hombre que lo único que hizo fue llevar el nombre de Córdoba por allá donde pasó. Fue el número uno de su profesión en su tiempo, y por petición popular, se le nombró II Califa de Córdoba. ¿Hay quien dé más?

Menos mal que tenemos paciencia y alguna vez se nos hará caso. Otras veces, tuvimos que enviar más misivas a Cartas al Director, y al final se nos complació. ¿Por qué ahora no va ser igual? Hoy se observan los jaramagos más crecidos, el parterre sin ninguna flor, y, cómo no, el monumento sin aparecer.