Ya está aquí en la provincia de Córdoba el aceite de oliva fresco y virginal. Verde que te quiero verde cuando acaricia mis labios y aspiro su aroma a campo de olivos, cumpliendo el rito anual de la nueva cosecha. Es el final de tantos desvelos. La poda, el laboreo, los tratamientos, el mirar siempre al cielo, que si llueve, que si no llueve. Ya está, por fin, con nosotros el aceite nuevo. Lo han celebrado con alegría en Cabra durante la VII Fiesta del Aceite Fresco. Este año el Olivo de Plata le fue entregado a la periodista doña María Eugenia Vílchez. Priego también celebra durante todo el mes de diciembre el rito anual de la nueva cosecha. Sus buenos labradores producen aceites de gran calidad muy premiados. Ahí está, asimismo, Nueva Carteya con su IV Edición del Aceite Fresco procedente de sus excelentes olivares. Aceite fresco virginal sobre un pan de hogaza que fue trigo, que fue simiente como lo fueron las florecillas blancas de los olivos carteyanos. Y anoche fue Baena la que celebró la Gala del Aceite en la que fueron investidos cofrades de honor, de la Cofradía de Amigos del olivo, don Luis Planas, ministro de Agricultura (que no pudo asistir); el periodista don Francisco Expósito y don Antonio Bonilla. Como Hijo Predilecto fue nombrado don Francisco Núñez de Prado, que ha llevado el aceite de Baena al mundo entero. Hace años asistí a la plantación de un olivo centenario ante el palacio de la Merced que mostraba aceitunas verdes a manera de adorno natural. El olivo, símbolo de la paz, nuestro árbol de Navidad. Paz a los Hombres de Buena Voluntad, frase sobre el Portal de Belén en el Nacimiento.

* Periodista