Pues si, me afirmo y ratifico en que todo depende del cristal con que se mire, del ojo que mira. Cuando nos ofendemos porque otros ven algo distinto a lo que nosotros vemos es porque nuestro ojo filtra lo que vemos por el tamiz poco generoso de la ideología política, del sentimiento religioso o de nuestras atávicas creencias. Una percepción filtrada por el ojo subjetivo de cada uno.

Por eso es por lo que creo que no debe admitirse que unos se crean por encima de lo que otros afirman ver, porque ninguna opción es mejor que otra y porque ocurre que, para colmo, muchas veces lo que vemos no es ni siquiera la realidad. Tu ojo no es más limpio que el mío, ni tú verdad es la única que existe.

Había una vez una deportista de elite que todo lo ganaba y tan incuestionables eran sus victorias con respecto al resto de las mujeres deportistas contra las que competía, que los ojos maledicentes que la miraban empezaron a cuestionar su identidad sexual, a correr el bulo de que podía tratarse de un hombre «convertido» en mujer, compitiendo con ventaja entre mujeres. La reina de la pista con aspecto de Hulk se vio sometida a tal escarnio público solo por su aspecto, que decidió hacerse todo tipo de pruebas ante los ríos de tinta que corrían cuestionándola. ¿Intersexual? ¿Hermafrodita? ¿Mujer? ¿Hombre? ¿Fraude o amenaza para el deporte femenino? ¿Ventajista que elude la competición masculina?

Y resultó que después de tan científicas e incuestionables pruebas no había dopaje, ni hormonas con ayuda externa, sino solo que su cuerpo generaba naturalmente niveles de testosterona similares a los de un hombre. Sencillamente ella era y es así. Es así desde que nació y lo es de forma natural en la pista y fuera de ella. Caster Semenya es así. Diferente. El deporte es una actividad humana que la practican seres humanos... pero al parecer hasta en esto te castigan si ven algo diferente. Porque estamos en una sociedad en donde lo anormal asusta, porque los ojos que nos miran y se atreven a juzgarnos lo hacen casi siempre desde una perspectiva viciada por prejuicios y creencias.

Recientemente el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS ) ha fallado a favor de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), obligando inmoralmente a Semenya a medicarse si quiere competir, avalando una norma claramente discriminatoria, aunque parece que confiando en que su propia resolución sea recurrida, a sabiendas de que es manifiestamente injusta. La legalidad choca demasiadas veces con la justicia porque aquí, para colmo, acordémonos de Eque los ojos están vendados. La obligan a ser lo que no es; a dejar de ser lo que es para que los ojos que la miren vean, por fin, lo que querían ver.

* Abogada