El huevo o la gallina, la oferta o la demanda... ¿Quién sabe? Busquemos ejemplos. Puede que los hoteles de Córdoba ya no sean comparativamente los más caros de España. Hace unos años, el sector hotelero ponía el grito en el cielo y decía que, aunque en temporada alta (Semana Santa, mayo) no había una plaza libre, el resto del año las ocupaciones eran bajas y el negocio no era rentable, por lo que no debían autorizarse nuevos establecimientos. En el lado contrario, los que decían que la oferta crea la demanda. Al final se hicieron nuevos hoteles y todos vivían (o casi todos). Sumando hoy los apartamentos turísticos, Córdoba desborda de oferta, de demanda y de descontrol fiscal. Pero no siempre es así: tras gastar una millonada, tenemos oferta de aeropuerto, pero no hay demanda de las compañías, que sin subvención no implantarán vuelos. Tras los ejemplos, el objetivo: tenemos un comienzo de cercanías entre Villarrubia y Alcolea, pero los precios son caros. No lo serían si los trenes viajaran llenos. Entonces se podría presionar mejor a Renfe para que pusiera tarifas adecuadas (bueno, esto no es fácil, véanse los AVE) pero, claro, no vamos a llenar los vagones del media distancia versus cercanías a punta de pistola. Así que ahí estamos, con el riesgo de haber creado un servicio estupendo que no interesa a los usuarios, o que tardará en interesarles. Resumiendo: ni oferta ni demanda. Somos tibios hasta para eso.