Cuántos y qué hermosos cantos a la palabra! Nos vienen a la memoria los versos de León Felipe, cuando hablaba de la fuerza de la palabra, y los de Blas de Otero: «Escribo / en defensa del reino / del hombre y su justicia. / Pido la paz y la palabra». Y aquellos otros, en los que el poeta albergaba la palabra como su gran tesoro: «Si he perdido la vida, el tiempo, todo / lo que tiré, como un anillo al agua, / si he perdido la voz en la maleza, / me queda la palabra». Joan Maragall, en el Elogio de la palabra, dice: «Así pues, yo creo que la palabra es la cosa más maravillosa de este mundo, porque en ella se abrazan y confunden toda la maravilla corporal y toda la maravilla espiritual de la Naturaleza». A la palabra humana, desde la orilla de la fe, debe anteponerse la Palabra divina, la que siempre es un amén, la que es la verdad, la que nació en el portal de Belén y nos injertó a ella en la cruz. De esa palabra divina, escogemos hoy «ocho formas de amar», en relación con las palabras. Primera, escucha sin interrumpir. (Proverbios 18,24). Segunda, habla sin acusar. (Santiago 1,19). Tercera, perdona sin castigar. (Colosenses 3,13). Cuarta, promete sin olvidar. (Proverbios, 13,12). Quinta, disfruta sin quejarte. (Filipenses 2,14). Sexta, ora sin cesar (Colosenses 1,9). Séptima, confía sin dudar (I Corintios 13,7). Octava, crece sin limitar. (Efesios, 4,15). Son, sin duda, ocho formas sencillas de amar al prójimo, llevados de la magia de la palabra. Ocho textos bíblicos, tan breves como profundos. Lástima que no utilicemos más y mejor nuestras palabras, no solo como vehículos de expresión sino como puentes de comunicación, como excelentes rampas de lanzamiento para adentrarnos en el corazón de tantas personas como necesitan el bálsamo suave de una palabra limpia, verdadera, cercana, eficaz y luminosa. «Si he sufrido la sed, el hambre, todo / lo que era mío y resultó ser nada, / si he segado las sombras en silencio, / me queda la palabra». Una palabra que sabe remar por los procelosos mares de la historia.

* Sacerdote y periodista