Numerosos pensadores sociales vienen alertando en los últimos años del crecimiento en número y vesania de los tiranos. La democracia se diluye, donde la hubo, y en su lugar crece el autócrata y la radicalidad, y allí donde nunca existió, el dictador engorda y se afianza en el poder. Los ejemplos son numerosos y cada día más inquietantes.

Recordemos en tres lineas al flamante rey de Arabia Saudí, Salman, que a los pocos días de hacerse con el trono apresó a la élite de su país que se le antojó contraria, y la saqueó y humilló hasta que admitiera (y sufriera) quien estaba al mando de la monárquia wahabita. Hoy este hombre anuncia un viaje a Tel Aviv y se dice que ambiciona un acuerdo con Israel para atornillar a Irán. ¡Ahí es nada! Acabar con el caudaloso manantial que riega al chiismo con la ayuda del judio.

O la reciente resolución del Partido Comunista Chino (PCCh) que elimina el tiempo que limita los mandatos del presidente Xi Jinping. Este ha decidido ser presidente vitalicio, para siempre, eterno como Mao. Adiós pues a la China de la nomenclatura de los siete (o nueve) hombres en el poder que decidían entre abrazos y desavenencias; con alianzas, vendettas y hasta destierros. Ahora Xi Ping será el todo, el líder para siempre que acabará por construir el régimen más controlador y poderoso de la historia de la humanidad.

Porque vamos de récord en récord. Observemos la otra cara de la misma medalla: el poder económico. También aquí tenemos jugosas noticias que nos trae la última revista Forbes. Resulta que Jeff Bezos, el Ceo de Amazon, no es solo el hombre más rico del mundo, sino el que acumula la fortuna personal superior a los 100.000 millones de dólares (exactamente 112.000) por primera vez en la historia. Luego le sigue una larga lista de riquísimos más, buena parte de ellos de las tecnológicas también (Bill Gates, Mark Zuckerberg), la industria y la especulación financiera (Warren Buffet), la venta global y masiva de consumos diversos (Bernard Arnaut, Amancio Ortega...) y hasta los reyes del barato, donde escala posiciones nuestro Juan Roig dueño de Mercadona. Vamos que los veinte más ricos de la tierra acumulan tanta pasta como billones suma el PIB de un país de 128 millones de personas como Mexico.

Y todo esto sucede sin que se aprecie el más leve espasmo social, sino bien al contrario, se celebra al rico y poderoso al que se admira y respeta. Lo ha conseguido, ole sus... Solo algunos intelectuales quisquillosos y molestos y los demócratas que aún no se creen arrollados por el nuevo tiempo alertan de los malos pasos que da el mundo. La desmovilización es casi total. Solo guerra de guerrillas en las redes contra las represas más agresivas y un silencio casi total ante las graves decisiones de tiranos en expansion.

Las pocas noticias llamativas y nuevas que llegan vienen del mosqueo en aumento de los nuevos parias, hartos de las condiciones laborales calamitosas que se les vienen imponiendo, y que los estudiosos sociales equiparan a las que tenían las mineros del carbón centroeuropeos de mediados del siglo XIX. Y comienzan a ponerse en huelga. Claro que la lección más luminosa la acaban de dar las mujeres el pasado jueves 8 de marzo. Pero de ello tenemos sobrada y feliz información los últimos días.

* Periodista