Iker apareció en estas páginas allá por el mes de octubre. Es un pequeño de 7 años que padece una parálisis cerebral (leucomalacia periventricular). Se mueve en silla de ruedas ya que mantiene parte de su cuerpo inmóvil desde que nació. Contamos por aquí que Iker recibió en su séptimo cumpleaños la mala noticia de que dejaría de recibir atención temprana en el sistema público. Sólo se proporciona de manera gratuita a los menores de 6 años. Su madre, Beatriz, nos contó que no podía permitirse entonces una consulta y tratamiento privado. Pero iba más allá... Esa desatención provocará más gasto en el futuro cuando los niños sean adultos y tengan muchos más problemas físicos. Beatriz pedía soluciones a la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha, la comunidad en la que vive con su hijo. Me recuerda que ahora mismo recibe, por la ley de dependencia, 380 euros al mes. Ese dinero lo invierte en pañales, que todavía usa, para la medicación que no cubre la sanidad pública y los desplazamientos para las terapias. Hasta ahí llegan esos 380 euros. A pesar de que Iker tiene reconocido un 90% de discapacidad motórica. Recibe por ello una hora y media a la semana de fisioterapia en el colegio.

Pero Beatriz asegura que resulta insuficiente y además está condicionada al calendario escolar por lo que esas sesiones desaparecen cuando su escuela cierra en verano, vacaciones de Navidad o en Semana Santa. La convulsión política, social e informativa que vivía entonces Cataluña, y que hoy permanece, hizo que casi me hubiera olvidado el asunto. Un error. Porque a pesar de la queja de la familia de Iker y de tantas otras, el tema no ha sido solucionado.

Beatriz se ha unido a otras madres y padres de al menos siete comunidades autónomas (Andalucía, Baleares, Madrid, Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha y Canarias). Las diferentes plataformas a las que representan han conseguido 350.000 firmas en toda España y fueron a llevarlas al Congreso hace un mes. Aquel día se reunieron con varios diputados de Unidos Podemos y del Partido Popular. Todos coinciden en que la petición que hacen es justa. Pero la formación de Mariano Rajoy se ha quedado ahí, en las buenas palabras. Leo que estos días la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, ha anunciado que quieren ampliar la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud pero dejan fuera la atención temprana. Así que el problema sigue ahí. Me quedo con la frase de una de las madres que retrata muy bien lo que necesitan: «Mientras otras madres y padres van al parque con sus hijos, nosotras tenemos que ir a las sesiones de tratamiento. No es un capricho. Ya nos gustaría otra cosa». Poco más que añadir.

* Periodista