Resulta lamentable, salvo que con posterioridad a la fecha de mi carta las cosas cambien, el espectáculo que está dando el equipo de fútbol de nuestra capital.

Tenemos un presidente actual que toma las riendas del club sin conocer su situación económica, es decir, el famoso límite salarial, que, como es lógico por otra parte, le impide gastar más de lo que ingresa. Y que trae como consecuencia que mientras el resto de equipos de la categoría están reforzando sus plantillas, la del Córdoba siga, no con los mismos jugadores del ejercicio anterior, sino con alguno menos. Hemos sido espectadores de algo insólito en el fútbol moderno, el que un equipo de categoría inferior le ceda el mejor de sus jugadores a otro equipo de categoría superior.

Repito, cesión, no traspaso. Lo habitual es lo contrario, que el grande le ceda al pequeño. Es lo ocurrido con Guardiola. Que ya sabíamos que no contaríamos con él para la presente temporada, pero por favor, hagamos caja con su traspaso y no conformarnos sin sus servicios y sin el dinero del fichaje.

Parece que ahora esto se puede arreglar. Pero se está perdiendo mucho tiempo y cuando el Córdoba acuda al mercado de fichajes me temo que no va a encontrar mirlos para su plantilla. Estoy seguro que el Sr. León es una bellísima persona y que le sobra buena voluntad, pero para entrar en este endiablado mundo del fútbol debería haberse rodeado de gente capacitada para deambular por él.