La ciudad ha recordado la marcha, hace un año, de un poeta entero, de esos artistas que le escriben al mundo con el verso justo en belleza y contenido que nada tiene que ver con la osadía de los vates coach, que alardean de una esencia de rapsodas sin rima. Pablo García Baena, para nada vanidoso, engreído o pedante, era el autor que crearon las calles de Córdoba, llenas de lírica. Casi los mismos días que moría Jaime Lóring, ese jesuita que fundó ETEA y que los domingos nos predicaba en las páginas de Opinión de este periódico a quienes creíamos que otro mundo --otros bancos, otros créditos, otros salarios, otra propiedad-- era posible. Siempre me pareció un Jesucristo, que se tiraba largas temporadas en las universidades latinoamericanas, que no creía en lo que nadie puede creer, en la injusticia derivada de unos intransigentes e inhumanos preceptos religiosos. Un tiempo en el que también se ha marchado al otro mundo el periodista Juan Cueto y en el que las pinturas llenas de luz de María José Ruiz --como el cartel de la Feria de 2013-- han abandonado el Patio Barroco de la Diputación. Una época en que empezamos a dar de alta ideologías en entredicho, como la de Vox, y que pese a perder una --PP-- y ganar otra --PSOE-- Juanma Moreno y Loles López, que utilizaban diariamente el telediario regional de La 1 para criticar a Susana Díaz, se dedicarán ahora a gobernar, sin reñirle a nadie, y a ver cómo pueden tratar a políticos tan entrados en el poder como José Antonio Nieto, que ya sabe cómo funciona Interior. Susana Díaz --mientras piensa que la derecha sí que ha estado más de 40 años en el poder en Andalucía y en España-- se entregará a una oposición fuera y en el interior de su partido para salir indemne para unas posibles elecciones. Mientras, los nombres propios van llenando la actualidad porque nadie quiere que le maltraten su pensamiento. Por Madrid, Íñigo Errejón, que nació de aquellas noches de mayo de la Plaza del Sol del 2011, a donde acudía mi hija, habla con Manuela Carmena --de aquellos abogados sindicalistas de la matanza de Atocha-- y empieza a alejarse de Pablo Iglesias. Es la política en carne viva de los justos y de los oportunistas.