Por qué no votaré a Trump

En estas elecciones yo voy a votar por Joe Biden desde estas páginas. ¿Que quién soy yo? Un ciudadano español al que le afecta que un sujeto como Trump siga en la Casa Blanca. Seguramente le hará gracia, lo considerará una ocurrencia, un pegote. Pero no. Piénselo. ¿O es  que acaso no influyen en nuestras elecciones, en nuestra decisión de voto,  las multinacionales, los fondos buitres, los fondos de inversión, la caída o subida de la Bolsa en Wall Street, la amenaza de una guerra, los acuerdos comerciales bilaterales y tantas cosas donde intervienen el capital USA, nos asustan y se llevan la parte del león? ¿No influyen en nuestras vidas las decisiones de la administración Trump de abandonar la OMS o la Unesco, los acuerdos de Kyoto y París sobre el cambio climático o el control nuclear con Rusia o Irán? ¿No crea esas decisiones políticas un perjuicio y una amenaza  para la paz y el bienestar de la comunidad internacional? Y, bajando el tono, ¿no nos afectan los aranceles a la aceituna que dañan nuestras exportaciones y crea desempleo y pobreza en nuestros olivareros? ¿No es esto un ataque, por minúsculo que sea, al libre comercio, pilar de nuestro sistema económico global?  En fin, si lo piensan bien, deberían apoyar una campaña para, por medio de internet, poder votar en esas elecciones. Esta tecnología puede servirnos para algo más que darle dinero a las empresas tecnológicas, cuyo capital algunas de ellas es de origen norteamericano y superan el PIB de países como España pagando menos impuestos que el barbero de mi pueblo.

Mr. Trump -Mr. Mostaza, como le llaman en su país- no es solo un hombre cargado  de kilos y  zafiedad; es un político que representa a una nación poderosa que se considera a sí misma como una democracia e influye en mucho de lo que pasa en el resto del mundo. Desde la palabra stocage a la hamburguesa está usted masticando el chicle americano, amigo. Si no fuera así, me importaría un pimiento las payasadas de este multimillonario o  sus bulos, y su machismo o su racismo se quedarían en su casa. Pero es así. Se le imita y arrastra a esos millones de votantes que surgen de la desesperanza y ofrecen la imagen de un mundo fragmentado, esquizofrénico, que se hace más peligroso cuanto más decae la hegemonía de EEUU. Al final se divisa un turbio fascismo. Por eso yo  voto por Joe Biden.

* Comentarista político