Aunque la gran baza cultural de Córdoba es su patrimonio histórico y monumental, el movimiento artístico que vive estos días demuestra que merece la pena hacer aflorar el talento y convertirlo en una palanca que impulse a la ciudad. Dos iniciativas respaldadas por el Ayuntamiento, la exposición de Córdoba Contemporánea en Vimcorsa y el Festival Bauhaus 101, demuestran que con presupuestos modestos se pueden conseguir metas interesantes. Los cordobeses están disfrutando esas iniciativas en torno al arte contemporáneo, a las que se suman las de otras instituciones y fundaciones, como las de la Fundación Cajasol, el C3A, la Diputación, los colegios de Abogados y Arquitectos, la Fundación Cajasur... Los artistas echan de menos la existencia de galerías de arte, pero eso pertenece a un ámbito privado que se animará si la creatividad que encierra la ciudad se hace más visible. Apoyo a los artistas y que, en lugar de valorarlos cuando triunfan fuera --que también-- seamos capaces de reconocerlos en casa e impulsarlos a metas más ambiciosas. Córdoba puede y debe aspirar a ser ciudad de las artes.