Cada vez con más frecuencia nos llegan noticias escalofriantes de «hazañas» de menores con personas mayores. Llegan, incluso, hasta la muerte. ¿Cómo es posible que «unos críos» alberguen ya en sus vidas ese tipo de sentimientos tan inhumanos? Tal vez, la respuesta acaba de ofrecerla el juez de menores, Emilio Calatayud, en unas declaraciones al periodista Pedro Simón, sobre la permisividad de los padres, los hijos y el mal uso de los móviles: «Estamos criando unos niños muy light, y la vida es dura». Este juez, especialmente original al impartir justicia, dice que son muchos los jueces que defienden recuperar el derecho de corrección de los padres a los hijos: «Lo reclamamos al entrar Rajoy: el derecho de corregir razonable y moderadamente a los hijos. Es lo que decía el Código Civil hasta que lo cambió Zapatero. ¿Cómo se corrige moderadamente? Eso ya cada uno... Ahora, los chavales no reconocen ninguna autoridad. Toda autoridad tiene un derecho sancionador. ¿Qué derecho sancionador tengo yo con mi hijo? Entonces, ¿qué autoridad tengo si no dispongo de un derecho sancionador? Te dicen que hay que educarlos sin atentar contra su integridad física o psíquica. ¿Y eso cómo se hace? Hemos pasado de ser esclavos de los padres, a ser esclavos de los hijos. Hay muchos pedagogos que dicen que castigar a un niño es una abominación. Eso es un disparate. Yo soy lo que soy gracias a mis padres. Si mis padres no me hubieran castigado seguro que no era juez». Las palabras de este juez de menores nos abren el ancho campo de las responsabilidades en la educación. Responsabilidad viene de «responder». ¿Y de qué tiene que responder un hijo? Generalmente, de sus cosas y de sus decisiones. Los hijos, especialmente en las edades de preadolescencia y adolescencia, tienen un lema en su mente: «Todo lo que puedan hacer otros por mí, yo no lo hago». Ante esa actitud, el camino es claro: «Fomentar la responsabilidad de los adolescentes. Sugiérales, oriénteles, pero no haga usted lo que es responsabilidad de ellos». ¡Magníficos horizontes para una educación fructífera!

* Sacerdote y periodista