La situación en Venezuela sigue encallada tanto en una tremenda crisis económica como en la pugna sin resolver entre el presidente Nicolás Maduro y el presidente encargado, Juan Guaidó. Mientras los ciudadanos sufren, Maduro ha decidido decretar el adelanto de unas «Navidades felices», reminiscencia de la «Chavidad» del fallecido Hugo Chavez. Asombra el intento del mandatario bolivariano de animar a la población mediante fiestas, adelanto de la paga extra a los funcionarios e iluminación alegre en zonas emblemáticas mientras la población sufre continuos apagones. ¿Cree Maduro que importando perniles de jamón distraerá a los venezolanos de su dura realidad? Por algo lo hará, desde luego, aunque la técnica parezca burda en exceso.