La reciente celebración del Festival de las Callejas y la puesta en marcha de Flora 2017, que culmina el próximo 29 de octubre, demuestran que hay mucho por hacer en el turismo de Córdoba, que nuestra ciudad no es un «sota, caballo y rey» de oferta monumental y la que imaginación, el buen gusto y las propuestas de base cultural son muy bien recibidas y añaden valor a nuestra impresionante belleza urbana. Ambas actividades señalan también el interés de la colaboración entre la iniciativa privada y la pública, la importancia de que el sector privado participe en acciones en beneficio de todos y de que las instituciones, en este caso el Ayuntamiento, sean receptivas a las propuestas. Una idea tan sencilla como la planteada por la Casa de las Cabezas con la selección de 30 callejas destacadas por su singularidad y atractivo, o por su historia, ha resultado un gancho para completar la agenda de otoño y ampliar el itinerario de los visitantes. De su éxito da cuenta la intención de mantenerla en el futuro. Más complejo y sofisticado es el Festival Internacional Flora, planteado por la propiedad de la cadena hotelera china Zizai, que parte de la base conceptual de los patios cordobeses para invitar a artistas florales de relevancia mundial que participan en un concurso tomando como sede distintos patios institucionales. Flores y patios, símbolos de Córdoba, pero fuera de la tradición de mayo, elevados a la categoría de certamen internacional y con un montaje que se promete impresionante. Dos ejemplos de que en Córdoba queda mucho por hacer en materia turística y que puede hacerse para captar a ese visitante que busca un toque de calidad y de originalidad en la oferta.