Al Partido Popular aún le quedan múltiples juicios, pero él mismo y parte de sus cargos ya han sido condenados --y Rajoy cuestionado-- en una devastadora sentencia que no deja resquicio de duda. Y de nuevo el PP, conocedor de lo que sucedía y artífice de un sistema de corrupción institucionalizado, demuestra su incapacidad para regenerarse manifestando que esta sentencia «no les afecta». Ni es un caso aislado -es una trama estructurada y plenamente instalada- ni es «del pasado»:el estilo mafioso está bien asentado como se ha demostrado con el vídeo de Cifuentes o los asaltos a oficinas para robar documentos que les vinculan. El PSOE, líder de la oposición, tiene la responsabilidad de pactar con Podemos y Ciudadanos para expulsar esta trama corrupta del poder. Y si Cs, partido que vino a «regenerar la vida política», continúa sosteniéndolo, será cómplice. Y confío que sus votantes abran por fin los ojos y busquen una alternativa.