Amediados de octubre de 1532 falleció en la villa de Palma, el escritor y místico fray Bernabé de Palma. Meses más tarde, vio la luz su libro Vía Spiritus , un tratado donde recoge sus experiencias místicas personales, tras una vida de eremita, fraile portero y extraño escritor iletrado. Aquel libro corrió como la pólvora por las manos de los inquietos reformistas conventuales de la Iglesia del siglo XVI. Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, fray Luis de Granada, San Juan de Ávila y otras figuras literarias leyeron una de las siete ediciones de un una obra que terminó en el Índice de libros prohibidos. La Santa Inquisición condenó al olvido al libro y al autor.

En 1998, el profesor Teodoro H. Martín lo publicó en la Biblioteca de Autores Cristianos junto a la obra Subida del Monte Sión de Bernardino de Laredo. Desde entonces han proliferado estudios sobre los grandes místicos franciscanos andaluces Bernabé de Palma, Bernardino Laredo y Francisco de Osuna.

Estos pioneros de la mística española hubieran podido hoy disfrutar de un otoño cultural donde sus obras fueran presentadas en libertad y con la curiosidad de leer palabras que ayudaban a la contemplación de Dios. Hoy, por las cátedras de publicaciones, se alzan las voces de Manuel Ramos con la Séptima cuerda ; Antonio Moya con El pequeño cantor, mi sueño hecho realidad , y Mari Carmen Navarro con Wifi Free, quienes podrán presentarnos sus creaciones, sentir el tacto del libro en sus manos y la emoción de compartir sus estudios, pensamientos o fantasías con los demás. Podremos nosotros ser algo de ellos en la medida que leemos sus ideas más íntimas.

Un sencillo fraile ermitaño y portero limosnero del convento de Ntra. Sra. de Belén de Palma del Río fue un místico de gran influencia. Por ello, reivindico a los colegas poetas, narradores, historiadores, filósofos, religiosos a todos, recuperemos la dimensión histórica y literaria de fray Bernabé de Palma, condenado por la Inquisición y olvidado por todos nosotros.

* Historiador y periodista