Visto con la retrospectiva de apenas dos semanas con razón decían, quienes lo notaron, que este año al rey Baltasar se le notaba un tanto ausente. Y que, entre saludos, besos y caramelos, se quedaba en ocasiones un poco abstraído y con mirada añorante. No es de extrañar, porque con el primer día de enero llegó el fin de la minería del carbón en España y el cierre definitivo de sus explotaciones en cumplimiento de los acuerdos con la UE. Ahí es nada. Menudo problema de desabastecimiento para el bueno de Baltasar. Tan solo dos de las doce minas que quedaban en producción estudian la posibilidad de devolver las ayudas recibidas como única manera de alargar un poco más su actividad. Y el último Consejo de Ministros del pasado año ya aprobó una primera partida de cien millones para que el Ministerio de Transición Energética haga honor a su nombre. Transición, evocadora palabra. Valdrá para todo en los tiempos que advienen. Ya lo verán.

Con ellas se han ido yendo una sociología singular, buena parte de la vida de pueblos enteros, luchas sociales y revoluciones, tragedias de grisú y derrumbes, leyes de camaradería y solidaridad no escritas, sagas de todo tipo, villanos con V mayúscula en su apellido y canciones cuyas letras oficiales mutaban en contestatarias. ¿Verdad Maruxina?, ¿no es cierto Víctor? Y en la memoria de CCOO permanecerán sus orígenes en la mina de La Camocha. Muchos retazos de esa historia se han ido quedando también en la Sierra de Córdoba. Y quizá por ello el tercer rey recordaba, sobre su carroza, los días en que, desde allí, sus pajes le aprovisionaban del negro mineral que, al final, iba a parar, casi íntegro, a cualquier central térmica (porque ya se sabe que los niños cordobeses no solo son buenos sino que, como casi todos, quieren mucho a Baltasar). Transición. nostálgica palabra.

Indisolublemente unida a la de las primeras va la de las segundas, que tienen también sus días contados. Las empresas propietarias quieren cerrar nueve de las quince existentes antes de junio de 2020 fecha límite para adaptarse a las exigencias de la UE, que no se lo pone fácil. Se necesitan importantes inversiones para cumplir los niveles de desnitrificación y desulfuración que se les exige, son caras y altamente contaminantes. De que se produzca o no esa inyección de capital depende que se prolongue la vida de las restantes, entre ellas la cordobesa de Puente Nuevo. Mene, tekel, phares que decía el otro rey Baltasar, el de la cena. O sea, han echado cuentas, las han hallado faltas de atractivo y su reino está en proceso de desaparición. Así que las zonas afectadas tratan también de armonizar y reorientar todos los intereses en juego hacia otro tipo de economías y ofertas: recuperación de espacios naturales, visitas a explotaciones, museos y poblados mineros, geología, historia y artesanía del carbón... Transición: conciliadora palabra.

Hay cambios planificados para que colaboren en ellos activamente los Magos de Oriente. Hace ya bastantes años, se colaba en nuestras casas, algo llamado ordenador personal y con él dos nuevos mundos llamados Internet y E- Mail (adiós a las cartas, a la máquina de escribir y a las carpetas archivadoras; yo todavía conservo como una reliquia mi modesto 286, con su llave y los primeros floppies). Otras Navidades apareció un artefacto en forma de teléfono móvil. En mi caso un Siemens con joroba que también conservo (adiós al fijo, a la guía telefónica a las cámaras fotográficas y a la tranquilidad en el AVE ). Luego los televisores planos, tablets y demás ( a la basura los voluminosos tubos catódicos). Y, desde hace muy poco, quien más quien menos se pelea con los artilugios de conducción asistida de su nuevo coche que pronto nos manejará (uso la acepción hispanoamericana del vocablo) a nosotros en aras, dicen, de un transporte más seguro y menos contaminante. Transición: palabra hacia el futuro.

Así que ojo con el aparatito que han promocionado los Reyes este año. Tiene pinta de inocente y hasta resulta simpático pero nos induce a transitar hacia otro mundo nuevo: el de la domótica. Son los altavoces inteligentes. Uno les dice «OK Google» y una amable voz se ofrece a solucionar cualquier petición a su alcance. Desde poner una determinada canción hasta gestionar la cesta de la compra. Y en el mercado ya están apareciendo toda clase de gadgets ad hoc: bombillas inteligentes, adaptadores, electrodomésticos, cámaras de vigilancia... Ahora los Reyes tienen sus minas en las grandes multinacionales de la electrónica. Yo voy a preguntarle a mi home si me puede conectar con la New Horizons o con la Chang´e. Aunque me temo que en un caso me dirá que transita fuera de cobertura y en el otro que lo hace por una zona de sombra (espero que no en el lado oscuro de la Fuerza). Es capaz. Transitar, complicado verbo Lleno de añoranzas, expectativas y potencialidades. Pero debemos siempre aspirar a conjugarlo para bien... en todo...

* Periodista