Alma abierta a la contemplación más pura. Tacto de velo, acaricia arabescos que exhalan aromas a flores intemporales. Cantares de agua, alas de paloma esparcen los sueños del aljibe. Estrellas de azahar adornan los arriates, arábigo frescor, ecos ancestrales, brisas verdean los arrayanes. Palmera multicolor de filigrana agarena, Mihrab policromado por el sensible amor a Córdoba. Aldaba que abre el ensueño, elevada con alas de mercurio a la Medina de las artes. Eco de minarete, luna de especias a la orilla «del gran río», columnas y arcos bicolores, almas de amantes se pierden por las calles de la Judería.