Como dice el refrán, «dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma opinión». Parecía que la esposa del presidente de los Estados Unidos, Melania Trump, ofrecía guiños de sensibilidad que se salían del gen avasallador y obsceno de su marido, pero a las primera de cambio ya ha escenificado que sigue el mismo manual que maneja el actual inquilino del despacho oval. Melania visitó a los inmigrantes retenidos en la frontera con México con una chaqueta de la firma española Zara que en su parte posterior lucía un mensaje escrito cual pancarta que ha caído como una bomba: «En realidad no me importa, ¿y a ti?». La respuesta internacional es «sí».