Hay personas que, cuando acuden a un restaurante, no suelen pedir platos que toman habitualmente, pues consideran que los de su casa siempre estarán mejor, o al menos prefieren degustar platos nuevos. En verano, el gazpacho es el rey de las mesas, se ha puesto de moda. También el salmorejo, pero éste es más pesado y no puede tomarse con tanta frecuencia. Y la amplia gama de envasados en los supermercados, algunos frescos, es una tentación para los consumidores. Incluso para los cordobeses, acostumbrados a tomarlo de toda la vida. Así, es debate habitual en Córdoba comparar unas y otras marcas, pues algunas consiguen un sabor bueno, pero la conversación siempre termina igual: como el gazpacho de casa, ninguno.