La asistencia de manifestantes a la Diada ha bajado. Según la Delegación del Gobierno, ente fiable para los españoles que no nos dejamos manipular. Y baja la participación con respecto a otros años por una razón muy sencilla: los políticos independentistas no tienen matices. Su proyecto o filosofía -parda, por supuesto-- política es sólo de blancos y negros. De buenos y malos; de héroes y villanos. Todos en nuestra infancia y juventud pasamos por estas fases donde la vida no tenía matices. Y es de una simpleza que los años la transmutan en complejidad. Por eso es más fácil manipular a alguien que no ha superado la fase del blanco y el negro. Con la de grises que uno va descubriendo que tiene la vida. Y en el caso o bulo independentista solo hay blancos muy blancos y negros muy negros. Todo tan efectista como un cómic de novela negra. Y de ahí no salen ni Puigdemont ni los suyos. La participación a la diada se ha cifrado en 350.000 almas. Si Puigdemont y los suyos cedieran los derechos de su historia de blanco y negro a una editorial de comics, le aseguro que no sólo esas tres centenas y media de miles beberían los vientos de sus viñetas. Un servidor sería uno de ellos, pues este rollo de héroes y villanos, de blancos y negros no da para más allá de un cómic. Aunque eso sí, aún faltaría algún personaje que sustanciara un poco la trama pues con los personajes tibios y grises que tenemos no generaría mucho entusiasmo en el respetable. Haría falta para los seguidores del independentismo un Capitán América con los colores de la estelada, o un Capitán España que nos libre de los enemigos secesionistas. Con toda humildad, yo me pido coleccionar los comics del segundo. Es así de simple y de contundente. Cada vez menos gente va a las manifestaciones de los separatistas porque los españoles catalanes son maduros entre otras cosas en política y tienen claro que en esta como en la vida la esencia y la verdad está en los matices. Lo demás son sólo historietas.

* Mediador y coach