Romanones se distinguió durante el reinado de Alfonso XIII como el gran mullidor de la política. Desde 1886 hasta 1923 siempre consiguió ser elegido diputado. En las Cortes de la Segunda República obtuvo tres veces acta de diputado por Guadalajara. Fue tres veces ministro, incluido Agricultura. Ahora el márketing político dirigido desde la Moncloa va mas allá del Romanones maniobrero falto de escrúpulos. Sus metas se inspiran en el pragmático marketing profesional. El gurú Amir Kassai dijo en el Congreso de Marketing Digital de Colonia (2008): «Muchas empresas han vendido humo, creían que podían colocarle al consumidor cualquier idiotez mediante un buen márketing». Para «vender» el producto no vale todo, fiándose de Iván Redondo. La igualdad de oportunidades se repite una y otra vez por los partidos políticos. Pero el márketing del Gobierno soslaya esa igualdad en época electoral. La Moncloa, como institución desde donde se gobierna a todos los españoles, se ha trasmutado en sede partidista. Los partidos de la oposición se quejan de esa ventaja ilegal. Pero ya no se trata de meros enfrentamientos ideológicos sino de preocupación por el deterioro de la democracia. Soraya Rodríguez ex portavoz parlamentaria del PSOE ha dimitido como militante y advierte de las consecuencias para la democracia si Pedro Sánchez, al intentar una nueva investidura, se apoya en los mismos que le auparon a la Moncloa.

* Periodista