Con unas jarras y botellas diseñadas por Jorge Chastang y ganadoras de concurso, que en las fotos se ven de lo más chulo, desde el Ayuntamiento de Córdoba hacen una aportación especial al Día Mundial del Agua que se celebra hoy y nos invitan a consumir la ídem del grifo y a depositarla en esos lindos recipientes. La verdad es que en Córdoba es fácil hacer lo razonable, es decir, tomar agua corriente en lugar de consumirla cara y embotellada en plástico contaminante, pero en nuestra ciudad es de cajón porque el agua del grifo está buena. Otro gallo canta en la costa malagueña, por citar algo negativo entre la inmensa relación de cualidades de nuestros hermanos andaluces. Así que el Ayuntamiento hace una campaña para llevarnos de la manita hasta el grifo, a la que añade otra para llevarnos de paseo y que movamos las piernas en lugar de coger el coche. Como si fuera un plano de metro, se marcan en la ciudad distancias y destinos en lo que han dado en llamar Metrominuto, calculando itinerarios de 4 kilómetros para un paseo tranquilo de una hora. Pues sí. Ya sabemos que debemos beber agua del grifo y ya sabemos que Córdoba tiene mil y una posibilidades de preciosos paseos para disfrutar y llevar una vida saludable. Al parecer, los ciudadanos adultos no lo somos tanto, y necesitamos que nos recuerden lo obvio, a ser posible de manera atractiva y con apariencia novedosa. Creativa, diría yo, para adaptarme al signo de los tiempos. Pero mi abuela diría «¡pues vaya pego!», aunque, eso sí, le gustaría que le regalaran la jarra.