Entre el oleaje de informaciones sobre la llegada de pateras a la costa de Andalucía y la situación de millares de emigrantes abandonados a su suerte en el mar Mediterráneo, ayer asomaba entre la marea humana la noticia del viaje de 1.011 niños saharauis de los campos de refugiados del Tinduf a las ocho provincias andaluces. A Córdoba llegarán 145. Desde 1997, asociaciones solidarias con el Sahara organizan un programa de vacaciones en paz para estos chicos lejos de los campos de refugiados del desierto. Serán acogidos por familias y en ese ambiente disfrutarán los dos meses de vacaciones. Este puente de amistad y solidaridad debería servir de ejemplo de cooperación para quienes se resisten a tender la mano.