Mientras en Japón los líderes del G-20, encabezados por Trump, se embisten por el dominio económico del mundo, yo me pregunto cuántas generaciones tardará Córdoba en ser un desierto. Ni siquiera las temperaturas de 45 grados en las capitales europeas parecen preocuparles por el cambio climático. Rememorando a don Carlos Castilla, apresúrense a ver las fuentes y los árboles.