Cierto es que el incivismo de bastantes ciudadanos hace que la suciedad se deposite indebidamente en nuestras calles, con papeles, restos de comida, latas, bolsas de basura, etcétera y especialmente cacas de perros, cuyos propietarios no las recogen y por eso se pisan y causan un deplorable aspecto, mal olor y riesgo de accidentes por caídas. Todo ésto es verdad, y hay que reconocerlo, para también es cierto la dejadez de funciones de nuestro Ayuntamiento, tanto en lo referente a sancionar a dichas «personas», como en lo concerniente al servicio de limpieza de Sadeco. Llevo muchos años con perro y jamás, repito, jamás he visto a ningún policía o inspector vigilando y sancionando a las personas que no cumplen con sus obligaciones ciudadanas en lo que a limpieza se refiere, pero, lo que es peor, cuesta trabajo encontrar al personal de limpieza quitando la suciedad del acerado, salvo los que van con sopladoras, que a lo más que llegan es a echar hojas a la calzada para ser recogidas malamente por las máquinas. Recuerdo hace algún tiempo cuando las máquinas barredoras/limpiadoras iban por el acerado quitando la suciedad, sin que hiciera falta esperar a la lluvia fuerte para que éstas quedaran limpias como ocurre ahora. Hoy solo se barre a máquina la calzada, la cual de por sí queda sin hojas generalmente con el paso de los vehículos. Supongo que será por falta de personal, pues la verdad que se ve poco por ahí, pero también puede ser por falta de criterio de los responsables, pues supongo que si las máquinas pasaran por el acerado de vez en cuando el aspecto de nuestra ciudad sería mucho mejor del actual. Da la impresión que a nuestros gobernantes municipales solo les preocupa salir en los periódicos más que nuestra Córdoba presente un aspecto reluciente, al menos por los barrios, donde el abandono es la principal característica.

<b>Rafael Martín</b>

Córdoba